Si me conoces, no leas esto.

Por si no lo sabes ya, me enganché al deporte gracias a mi padre.

Él me contaba un montón cosas de sus jugadores favoritos, de distintos deportes, de distintos países. Que si este era muy bueno, este también, este era un paquete…

No tuvo tanta suerte con mi hermano, que le dan igual los deportes. Pero sí que es verdad que yo le seguía el rollo siempre.

A mí el baloncesto me ha dado a mis amigos, las más grandes alegrías y las más grandes tristezas. Pero lo mejor que me ha dado (y en esto estamos de acuerdo casi todos los deportistas que conozco) son los valores. Soy como soy gracias al deporte. Por aprender a ganar y perder. Por esforzarme hasta que suena la bocina. Por nunca dar nada por perdido. Por saber qué es ser parte de un equipo. Humildad, constancia y sacrificio.

Soy como soy gracias a que a mi padre le dio por hablarme de deporte todos los días. Si no hubiese sido por él estoy seguro de que sería de otra manera. No sé si mejor o peor, pero de otra manera.

Esto es lo que me ha hecho ponerme a hacer libros. Quiero que todos los padres y madres como tú tengan la oportunidad de inculcar esos valores del deporte a sus hijos e hijas.

Debería ser obligatorio por ley practicar, como mínimo, dos deportes hasta los 12 años. Pero esa es mi opinión y tú no me la has pedido.

Otro de los puntos más importantes por los que hago esto es por los móviles. Yo, que todavía soy joven, me he pasado unos cuantos años enganchado al teléfono. Horas y horas desperdiciadas. Tiradas a la basura, haciendo el tonto con el móvil.

¿Sabes qué es lo peor de todo ese tiempo?

Que no me acuerdo de nada. No tengo ni un solo recuerdo divertido mirando el móvil. En varios años. Ni uno.

Por eso solo hago mis libros en papel. Todo lo que contribuya a entretener a tu hijo/a fuera de la pantalla me hará sentir satisfecho. Y todo habrá merecido la pena si es así.

Mis libros están originalmente pensados para que los disfrutéis juntos. Para que se siente encima tuyo y le puedas contar la historia de los que fueron tus ídolos cuando eras pequeño/a.

Es así como nacen los recuerdos que tendréis dentro de 30 años. Lejos de la pantalla del móvil y unidos por lo que más os gusta a los dos.

Mañana tu hijo será un adulto y estará volando del nido. Esto es así y es inevitable, qué te voy a contar yo. El tiempo pasa volando. Lo que sí debes saber es que el momento de disfrutar juntos es ahora mismo.

Si quieres estar al tanto de los nuevos libros antes que nadie o cazar algún regalo, sería genial que me dijeses cómo te llamas y un correo para escribirte.

Valoro mi tiempo y el tuyo. Solo te mandaré mensajes que te interesen de verdad y cada cierto tiempo.

*Información sobre mi vida que nunca he contado a nadie*